EL Mundo Vs Yo

La leyenda de la princesa Kaguya

Una antigua leyenda japonesa explica que había una vez un anciano que vivía con su esposa. Un día fue a una plantación de bambú para recolectar brotes, y se encontró allí con un árbol de bambú que tenía luz en su interior. Se preguntó por qué y sintió una gran curiosidad acerca de lo que habría dentro...

A beauty, Fatal Concubine

Las chicas de la Capital la miran con odio: "No eres más que una campesina sin ningún conocimiento. ¿Tienes la ropa de Niyun Shop? ¿Tienes las joyas del Brilliant Treasure Pavillion? ¿Sabes lo eminente y dominante que es el famoso Yue Wang?

El libro de los Dioses - Cielo

Por más de un milenio el clan conocido como Ryūjin o los Dragones divinos, y el Hi no ōkami, clan de los lobos del fuego; se habían enfrentado ferozmente en batalla. En la actualidad ambos clanes contaban con serios conflictos internos, causados tras milenios de guerra y esta tregua era el mejor modo de resolverlos, antes de llegar a una destrucción total. Aprovechando la creciente debilidad del Ryūjin, el Clan Nagamushi iniciósu ataque desde las sombras.

Martial Peak

El viaje al pico marcial es desolado, solitario y largo. Ante la adversidad, debes sobrevivir y permanecer inflexible. Sólo entonces podrás abrirte camino y continuar tu viaje para convertirte en el más fuerte. El Heaven Pavilion pone a prueba a sus discípulos de las maneras más duras para prepararlos para este viaje. Un día, el humilde barrendero Kai Yang logró obtener un libro negro que lo puso en el camino hacia la cima del mundo marcial.

Nico es el mejor del planeta

Enseñando a nico comol se modifica una pagina.

sábado, enero 27, 2007

Holas despues de tanto tiempo




Hace algunos días que estoy trabajando en una nueva historia y como de costumbre le voy cambiando cosas y modificando hasta ke le encuentro la forma real =P hay un personaje que ya le cambie el nombre mas de 3 veces juasss pero me decidi por el nombre de maximiliann.
La historia se situa en epocas medievales espero les guste....

Capitulo 1

Richelu 1741

Mientras corría al reparo de la oscuridad, subiendo las escaleras de la torre, se repetía una y otra vez que no podía ser cierto lo que había oído.

-Todo es un error- murmuró al llegar al descanso y se detuvo por un instante, para retomar el aliento.

-¿Te encuentras bien Lenmar?- preguntó Pacia al verlo tan agitado.

Este asintió en silencio y camino lentamente cruzando el angosto pasillo, sabía que al final se hallaban las respuestas.

Aun no podía creer que Celin lo hubiese traicionado -No puede ser cierto- se dijo por lo bajo y aseguro -ella no sería capaz-

Impaciente Pácia se ubicó junto a la ventana de piedra y consultó, al tiempo que tomaba una flecha de su carcaj –Ya estamos en posición ¿Doy la señal?-

-Aguarda un instante, primero debo verla-

El hombre meneo la cabeza con desaprobación, no podía creer como después del calvario que aquel hombre había vivido, aun dejaba lugar a duda.

Tomando coraje, Lenmar dio dos sonoros golpes a la gruesa puerta de madera.

Una delgada mujer de cabello entre cano asomó a medias, al reconocerlo intentó cerrar la puerta, pero él atravesó su mano evitándolo.

-No te interpongas Eva, se que esta aquí y debo verla- señaló en tono seco.

-¡No puede pasar!- exclamó la criada e intentando detenerlo alegó –Su majestad no se encuentra adecuadamente vestida-

Él la ignoró, sin mediar palabras empujó la puerta y cuando Eva intentó bloquearle el paso de un bofetón la tiró a un lado.

Al cruzar la antesala divisó su frágil figura a través del fino dosel de gasa blanca, en cualquier otra situación aquella podría haber sido la más bella vista que podría tener de esa mujer, envuelta en un blanco y grueso manto y con el pequeño niño en sus brazos se veía angelical.

Ella se hallaba sentada sobre un delicado diván de mármol, su vista estaba fija sobre el niño y de sus labios esbozaba una cálida sonrisa.

-Celín- musitó perplejo, al verla.

Al oír su voz, ella sintió que el corazón se le disparaba desbocado, no era posible que él estuviera allí.

Durante los primeros años de su encierro había sufrido episodios como aquel, muchas veces, pero al elevar la vista descubría que solo había sido su imaginación.

Temerosa de que nuevamente fuese un truco de su mente, guardo silenció por un instante, cerró los ojos, dio un gran respiro y elevó el rostro para enfrentarlo, estaba segura de que aquel fantasma desaparecería.

Pero para su sorpresa la figura no se desvaneció, por un prolongado instante se quedó viéndolo fijamente, al principio le costo reconocerlo.

Lenmar llevaba el cabello largo y el rostro cubierto por espesa barba rubia, la vestimenta era muy sencilla.

–¿Quién eres?- musitó confusa entrecerrando los ojos, el dosel de gasa que separaba la habitación de la antesala hacía más confusa la figura de aquel hombre.

-Dime que no es cierto- pidió en un susurro y avanzó hacia ella, extendiendo su mano corrió la gasa para verla más de cerca.

Reaccionando instintivamente Celin se puso de pie y retrocedió abrazando con fuerza al niño, cuando sus espaldas se toparon con el muro apretó los ojos con temor.

Él se detuvo de súbito, no quería asustarla, podía ver confusión en el rostro de la mujer, ella no lo había reconocido.

-Soy yo Celin, no temas, no he venido a hacerte daño-Ella negó con la cabeza, aunque no podía reconocer el rostro que se le presentaba, su voz era inconfundible.

-No es cierto- musitó sin querer creer.

-Mírame y contesta a mis preguntas- advirtió –Si dices lo correcto, prometo que nadie saldrá herido-

Haciéndose de coraje abrió los ojos, su rostro lucía muy diferente del que recordaba, los años se dibujaban con dolor, pero al encontrarse sus miradas un nudo se formo en la garganta, jamás podría olvidar aquellos ojos del tono más puro de gris.

-Dijeron que habías muerto- confesó con voz temblorosa.

Lenmar se acercó y le acarició suavemente la mejilla –Te ves tan preciosa, los años te han sentado bien- opinó, su último recuerdo de Celin era un rostro juvenil, casi de niña, pero ahora se veía como una verdadera mujer.

Ese suave contacto la hizo temblar, despertando súbitamente los sentimientos que por años había intentado enterrar en el pasado, buscando mantener la cordura se apartó.

–Dime que estoy equivocado, que lo que he oído no es cierto, que tu no has….- suplico sin palabras para continuar, temía siquiera decirlo.

-Siete años, ha sido demasiado tiempo- musitó desviando el rostro.

-¿Por qué?- susurró

-No hubo nada que pudiese hacer para evitarlo, tú te esfumaste en la noche, jamás diste una explicación.

Quise seguirte, pero me fue imposible, te busque por cielo y tierra, pero nadie supo decir nada de ti.

La primera y única noticia que tuve fue cuando aquel mensajero llegó notificando tu muerte y aun así no quise creerlo.

Por más de cinco años esperé tu regreso, encerrada en este lugar, pero jamás viniste a rescatarme…- en ese momento la voz se le quebró a causa del llanto.

Lenmar apretó el puño con impotencia –Fue el anciano, él nos engaño, lo había planeado desde el principio-

-No hables tan duramente de tu padre- sugirió, al tiempo que se enjugaba las lágrimas con el canto de la mano –De todos modos ya no hay forma de cambiar lo que sucedió.

El es mi esposo ahora, ya no puede haber nada entre tu y yo…-

-¡Te equivocas!- masculló entre dientes.

Volteando bruscamente buscó su mirada, al verlo se sorprendió

Lenmar tenía la mirada perdida y en su rostro se reflejaba una extraña expresión, entremezclada de dolor y rabia.

Ella lo conocía mejor que nadie y podía reconocer en su rostro cualquier sentimiento, pero en ese momento sintió el más profundo terror.

Sin decir más se marchó, el sonido del cerrojo de la puerta le dio la pauta de que la había encerrado.

Al salir ordenó a Pacia -¡Dad la señal! ¡Atacaremos sin piedad!-

El hombre asintió, tomo una flecha y la encendió con la antorcha que colgaba de la pared, luego la lanzó a través de la ventana.

Minutos más tarde, cientos de hombres surgidos de la negrura de la noche atacaron ferozmente el castillo.

Conociendo a la perfección aquel castillo y por medio de los pasadizos secretos, Lenmar fue directo a la recamara de su padre, la ira lo había cegado y ya no había nada que le pudiese detener.

Le haría pagar todos los tormentos y horrores que le había hecho sufrir, aún peor le haría pagar por la traición y el robo de lo único que importaba, lo más preciado que tenía, Celin.

Era ya entrada la madrugada, cuando el sonido de apertura se oyó.

Ella había pasado la noche en vela, sus ojos estaban hinchados por el llanto y sentía que los nervios la traicionarían de un momento a otro.

Sabía que debía hablar con Lenmar, contarle la verdad, aunque temía que no le creyese.

Los pasos fueron lentos, pero en su mente resonaron como tambores, al voltear para verle, Celin llevo la mano a la boca ahogando un gemido de terror.

Toda su ropa, incluso el rostro, estaban cubiertos de sangre y aun llevaba en mano la ensangrentada espada.

Lenmar la observó en silencio por un instante, su mirada era triste y a pesar de ello una chispa de odio brillaba en sus ojos.

Ante la impresión que le causó aquel cuadro y al caer en la cuenta de lo que había hecho, sus piernas se aflojaron y cayó de rodillas con los ojos llenos de lágrimas.

Él caminó lentamente, al estar frente a ella la tomo bruscamente por los hombros y gritando como un sin razón la zamarreo - ¡Quiero saber la verdad! ¡Pues el maldito sostuvo hasta el último instante que siempre estuviste de su lado, que le amabas a él y no a mí!

¡Dime que el viejo murió con la mentira en su boca y arderá por ello en el infierno!-

Horrorizada preguntó -¿Qué le has hecho?-

-¡Dilo!- mascullo entre dientes.

Con voz temblorosa musitó -Tú no eras así ¿Que te ha sucedido? ¿Como fuiste capas de dañar a tu propio padre?-

Al ver su llanto perdió el control, bruscamente la arrastro y tiró sobre la cama –¡Deja de defenderlo, no debes llorar por él! ¿Sabes lo que el viejo me ha hecho?- subiendo sobre ella la atrapó entre sus piernas a modo de quedar enfrentados, viéndola fijamente se abrió la camisa y enseño una gran cicatriz que le atravesaba el lado derecho del vientre.

-Él lo intentó y falló-

Confusa Celin alegó -No es cierto, yo lo vi llorar y sufrir tu muerte. Nadie sería capas de mentir con tal cosa-

Él frunció el seño con enfado –De modo que lo defenderás hasta las últimas instancias y preferirás creer en su palabra y no en la mía- tomándola bruscamente por el cuello preguntó con enfado -¿Tú estabas de su lado, acaso lo planearon juntos?-

Ahogada por la presión no pudo responder, en su desesperación intentó soltarse clavando las uñas en la mano de Lenmar, al tiempo que se retorcía bajo su cuerpo.

-¡Dilo!- ordenó fuera de si y la abofeteo con fuerza.

Entre lágrimas Celín gritó -¡No! El me engaño al igual que a ti-

-¡Mientes!- acusó y volvió a abofetearla –¡Al igual que él, lo harás hasta el último momento!-

En ese momento el niño despertó y comenzó a llorar fuertemente.

En cuestión de minutos el palacio se había convertido en un pandemonio, no había lugar donde no se estuviera desarrollando alguna batalla o las llamas no lo estuvieran consumiendo todo, la guardia real no era suficiente para enfrentar a la turba enardecida que los invadía.

Eva había ido en busca de Gabriel, la mujer estaba aterrada y quería ayudar a su señora.

Al llegar al ala este lo halló, el se hallaba junto al cardenal en la habitación del rey, Lenmar le había torturado hasta el cansancio y finalmente asesinado a sangre fría.

Tras relatar lo sucedido él la siguió a toda prisa hacia la torre.

Ellos habían conseguido evitar al ejército invasor y se habían refugiado relativamente cerca, pero al parecer la entrada estaba muy bien guardada.

Gabriel pidió a Eva que vigilase el lugar y fue en busca de hombres, algunos sirvientes pertenecientes a la cocina se mostraron gustosos de ayudar y con la colaboración de dos soldados de la guardia real, atacaron a los vigilantes.

Armados con cuchillas grandes y espadas los provocaron obligándolos a dejar sus puestos.

Cuando la entrada estuvo libre él aprovecho, junto a la criada, para infiltrarse.

A la corrida subió las escaleras, no sabía como lo haría pero debía rescatar de las garras de ese desquiciado a su hermana Celín, antes de que ella tuviera el mismo fin que su esposo el rey.

Tras haberla violado ferozmente, la ira de Lenmar no menguaba. En aquel momento se odiaba a si mismo por lo que estaba haciendo y la odiaba aun más a ella por no entenderlo y doblegarse.

Solo hubiese bastado reconocer el error, implorar piedad y él la hubiese perdonado al instante, pero ella no dejaba de defender y justificar al maldito anciano.

Tras haber llegado a aquel punto de la locura, ya nada era suficiente para saciar su sed de venganza y el llanto constante de aquella criatura lo estaba enfadando aun más.

Saliendo de la cama se colocó el pantalón y caminó de un lado a otro por la habitación.

Celin tragó su propio llanto y se arrastro envuelta en la sabana, quería calmarlo, temía que si continuaba llorando él lo dañase.

Al verla con el niño en brazos perdió por completo la razón, arrebatándoselo de las manos exclamó –¡No quiero volver a ver a esta criatura!-

-¡Devuélvemelo!- gritó desesperada -¡No le hagas daño, te lo suplico!-

Tomando una fina daga de plata, la colocó en el cuello del niño diciendo -Ya lo único que resta por hacer es deshacerme de este bastardo y todo lo que construyó el anciano se desvanecerá finalmente.-

Celin se lanzo corriendo para tomar el niño, pero el la alejó de un manotazo.

Ella cayó sentada junto al ventanal, el brusco movimiento hizo que Lenmar provocase un corte en el cuello del niño.

Al ver la sangre el pánico y la desesperación la abordaron.

Señalándola con la daga advirtió –No me obligues a hacerte daño Celin-

Ella se puso lentamente de pie –has lo que quieras de mí, pero te ruego por lo que más quieras, no dañes a Maximilian- suplico.

-Tú eres todo lo que quiero y si no me deshago de este niño, jamás conseguiré que seas solo mía-

-De acuerdo- musitó retrocedió unos pasos y tomando el cortinado lo abrió bruscamente, al otro lado se hallaba el balcón.

-¿Qué pretendes ahora?- preguntó avanzando hacia ella -Nadie te ayudará, por mucho que grites y supliques no habrá quien venga a este lugar-

Celin lo ignoró, rápidamente trepo al barandal y amenazó –Si le haces daño a Maximilian juro por dios que saltare y nunca más volverás a tenerme-

-¡Baja de allí en este instante! – ordenó.

Celin extendió sus brazos amenazante.

Adoptando un tono más amable advirtió –Celin, esto no es un juego- el viento soplaba con fuerza, si se mantenía allí por mucho tiempo, corría el riesgo de caer.

El golpe en la puerta llamó la atención de Lenmar, al ver por sobre su hombro descubrió que Gabriel y la criada se hallaban en la habitación.

-¡Déjala en paz!- ordenó en tono firme –Ella no ha tenido nada que ver en todo esto-

-Gabriel, era de esperarse que aparecieras, tú siempre le has estado rondando a Celin como un perro faldero.

Pero esta vez ni tu lógica, ni tus palabras, cambiaran la situación, ella me ha traicionado en componendas con mi padre y deberá pagar por ello.-

-Te equivocas ella ha sido tan victima como tu en este complot- aseguró.

-Mientes, todos lo hacen ¿O acaso también estabas con ellos?- meneando la cabeza reflexionó –Ahora comprendo, fue por ello que insististe tanto e intentaste convencerme en aquel entonces-

-Sabes que no es así yo solo pretendía tu felicidad y la de Celin, nada supe sino hasta hace unos días en que el rey me lo confesó, debes calmarte Lenmar y escuchar lo que tengo por decir…-

-¡Silencio!- ordenó clavándole la mirada – No escucharé tus alegatos engañosos, pues no son más que mentiras para salvar tu cuello. Cuando termine con ella tú también pagaras el precio de la traición-

En torno la dama ordenó – Bájate de allí de una vez-

El viento meció furiosamente la sabana que llevaba envuelta en el cuerpo y la hizo tambalearse peligrosamente –No- dijo en tono seco –Si piensas hacerles daño, al menos permíteme abrazar la muerte antes de ver el horror que tus perversas ansias de venganza pueden causar en la personas que más aprecio-

-¡Deja de intentar manipularme!- ordenó con un cierto tono de desesperación, sabía que la situación se le estaba saliendo de control.

-Por favor baja Celin- suplico Gabriel y en torno a Lenmar ofreció –Déjame purgar por los pecados que injustamente le atribuyes a ella, no opondré resistencia y juro soportar toda tu furia si ofreces perdonarla y a su niño-

Desesperado ante la posibilidad de que la mujer cayera prometió –Tomaré el ofrecimiento de Gabriel y tú serás perdonada-

-No, solo lo haré si prometes no dañar al niño o a mi hermano- refutó ella.

Gabriel se negó, pero ella lo desoyó, en torno a Lenmar lo instó al tiempo que su cuerpo se balanceo nuevamente en el barandal –Promételo-

Sin opción accedió –De acuerdo- retrocediendo y entregando la criatura a la criada indicó, al tiempo que se alejaba de esta –El niño esta seguro, por favor bájate de allí-

Gabriel al ver al niño lleno de sangre, se acercó a Eva. Este tenía un profundo corte en el cuello y a pesar de ello no lloraba, al parecer se había desvanecido.

Tomando un pañuelo de su manga, lo coloco para hacer presión en la herida.

-¡Eva llévalo a un lugar seguro!- ordenó Celin.

-Pero Celin…- alegó.

Ella lo interrumpió –¡Ve con ella Gabriel, huye lo más lejos posible!-

Ante la peligrosidad de la situación él asintió y en silencio ambos se marcharon del lugar.

Una vez que estuvieron fuera del cuarto Lenmar volvió a insistir –Ya te he dado el gusto, ahora debes bajar-

Celin simplemente se quedó allí observándolo, no podía creer la forma en la que el odio había cambiado al hombre que tanto había amado, las lágrimas lentamente le surcaron el rostro.

Sin poder contenerse preguntó -¿Cuándo calmaras tu ira? ¿Mira a lo que te ha conducido?-

-¿Niegas ser la causante de ello?- acusó en tono seco –Si no lo hubieras preferido a él, nada de esto hubiera sucedido-

-Te equivocas, yo jamás le preferí por sobre ti-

-Lo aceptaste como tu esposo y le has dado un hijo ¿Acaso eso no fue preferirlo?

Lloras su muerte y arriesgas tu vida a cambio de la de su Bastardo-

-No lloró por él, sino por ti, pues no puedo aceptar ver al hombre que amo, convertirse en el demonio que se me presenta…- ella hizo una pausa, el frío le estaba calando los huesos, el dolor y el cansancio le estaban quitando todas las fuerzas.

Obligándose a continuar confesó –Además, estás equivocado. Ese niño es tu hermano, eso es cierto pero no es mi hijo. ¿O aun no te das cuenta de ello?-

Lenmar quedó perplejo ante la revelación.

-Observa la cama y allí verás que esta la prueba de que tu fuiste el único que tomo mi castidad-

-¿Cómo puede ser eso cierto?- dijo avanzando hacia ella y extendió su mano para tomarla, al instante notó que tenía el rostro completamente pálido y todo su cuerpo estaba temblando –Baja, te lo suplico-

Celin asintió, pero antes de que él llegase a tomar su mano, las fuerzas la abandonaron por completo y resbaló.

Gabriel había llegado a la caballeriza y sin perder tiempo tomo dos potrillos, tras ayudar a la criada a montar junto con el niño, azotó con la fusta a su caballo y a la corrida emprendieron la huida.

Mientras cruzaban el puente levadizo el dirigió una última mirada a la torre, en la oscuridad de la noche y a causa de la distancia no pudo distinguir con claridad pero el horror se dibujó en su rostro al ver la figura desplomarse y la blanca sabana caer al vacío.

Apretando el puño espoleo con fuerza y continuó cabalgando hasta cruzar el final del puente, desde ese instante no volvió a mirar para atrás, pero el nudo en su garganta se mantuvo por horas.

Tras abandonar la ciudad él siguió a la mujer, ella tenía parientes en un lugar cercano y buscaría refugió entre ellos.

A pesar de la última visión y sin abandonar las esperanzas, Gabriel indicó a Eva que la acompañaría hasta allí y luego de dejarla a resguardo regresaría al castillo, debía confirmar lo sucedido.

Ya no importaba que suerte corriera, solo deseaba saber cual había sido la de Celin.





Despues me dice si alguien tiene ganas de leer y llego hasta aqui xDDDDD

martes, junio 06, 2006

Como de costrumbre ^^ yo



Buenos Dias a toos (noches/tardes, etc) par mi son dias, hoy me lebante tempranito, desayune unos ricos mates ^,^ y posteo a la corridita algo pues desde el 27 que ni pinto por aqui xD
Huy estoy co los dedos cruzaditos pues entre hoy y mañana abro mi nuevo negocio, sigo de corridas pa aqui corridas pa alla u,u.
Esperemos que todo salga como se debe y empìece a trabajar bien, weno por hoy no puedo dcir mucho (recien empiezo el dia lol) Asi que a lo mejor mas tarde posteo como me fue.
Hoy no dejo texto, asi lo subo mas tarde =P solo un bujo sensillo.
Salu2

sábado, mayo 27, 2006

Sabados de "Super Accion"




^^ siii, recuerdan aquel viejo ciclo del canal 11? Jejejeje, para los que no, explicare brevemente, "Los sábados de superación" era un ciclo en canal 11 (argentina ahora TELEFE) en el cual pasaban las mejores películas de acción, para hacer amenas las tardes de Sábado =P
Bien hoy me haré un ciclo privado encabezando la lista con 16 Blocks de Bruce Willis y luego con V de Vendetta, por cierto ayer me vi "Ultraviolet" ¬.¬ no tengo muchos buenos comentarios al respecto. No es mala, si lo que buscas es tiros y mas tiros, espadas y peleas de vampiros 0.O a lo matrix, pero el argumento.... hum bueno es algo medio complejo, se pierde por completo a los ....hmmm 15 minutos de arrancar la peli >,<, fuera de eso Mila actúa bien y tiene buenos efectos, salvo los de la moto, que necesitan trabajarlos mas, aunque no es creíble ni con un "cromaquei " (no se bien como se escribe) mejor ¬¬, en fin, esa es mi opinión, aunque a lo mejor a alguien le guste mas que a mi.

Mi día fue dentro de lo normal tranquilo y estuve escribiendo un poco, luego me puse a navegar y me encontré que hace unos días fue el cumple de Sir Arthur Conan Doyle ^9^ weee amo a ese escritor, de hecho fue quien me hizo apasionarme con la lectura, aun recuerdo mis caminatas (con el libro pegado a las narices), por el patio del colegio primario jejeje si era una rata de biblioteca en aquel entonces, aunque mas por traviesa que por culta (era el castigo normal cuando uno molestaba en clase "a la biblioteca a ayudar", pues la Directora estaba cansada de verme la cara xDDDDD)

El carbunclo Azul, fue el primer libro que descubrí de este escritor y recuerdo haberlo leído en un lapso record para mi en aquellos años, dos horas O.O me gusto tanto que le pregunte a la bibliotecaria si había mas de ese escritor y may descubrí que Sherlock era una saga de cuentos de este, no había muchos en la biblioteca :(, así que lo poco que encontré lo agote en menos de dos días.

Desde ese día me recorrí los canjes de libros, bibliotecas publicas y demás (hasta compre revistas de crucigramas que regalaban libros de este para saciar mi sed de mas) Hasta que me llego el día que a todo fanático de Holmes le llega :''''( Halle el libro, ese que no hay que leer si te gusta Holmes, pero claro lo quieres leer >,< mas =""><.

Yendo al caso, tras leer y releer algunas cositas de Sherlock, me acorde de esos cuentos que en honor a este escribí hace mucho, pero como ven no se me da muy bien lo de escribir historias detectivescas (cada dos por tres se me vuelan los patos y tengo que arreglar la historia pues se me va de cause y Oo la fantasía se entromete xDDD)

Juas peor es el caso de una que escribí y deje a mitad (precisamente cuando decidí releerla xDDDD) por que hum se torno muy under y bizarra lol

Pero esta esta dentro de las normales (con "normales" entre comillas claro esta, tiene su historia de trasfondo pero otro día se las cuentobien) para ver si les gusta pongo el comienzo:



Líneas de Sangre

Serika estrujo el cigarrillo en el viejo cenicero de cerámica, mientras observaba a desgano al alto y delgado sujeto que acababa de entrar.

Su porte era el de un hombre corriente, cabello castaño oscuro y grandes ojos azules, aunque en su mano izquierda brillaba casi oculto bajo la manga de su saco de Lanilla gris, un reloj de oro macizo, de seguro Rolex pensó para si al descuido.

Haciendo una cortés reverencia este pregunto – ¿Esta es la oficina de Lorn & Kurusugawa?

He venido por recomendación de Nicole Teiland, ella me hablo muy bien de su trabajo y tengo un caso que creo les puede interesar-

Ella asintió con la cabeza e indicó en un gesto la silla que se ubicaba frente a al escritorio – Serika Kurusugawa-

Mientras se quitaba el abrigo y lo colocaba sobre el regazo, el hombre hecho un vistazo a su alrededor.

La oficina era pequeña y muy poco iluminada, un pequeño foco colgaba del techo y el único respiradero era un pequeño tragaluz casi al tope del muro opuesto al escritorio, el cual se encontraba entreabierto.

Docenas de cajas se acumulaban en un rincón y daban a entender que se hallaban prontas a una mudanza.

-Ya veo- musito al recordar a la regordeta mujer, Nicole Teiland era una vieja amiga de Iris y había sido una de sus primeras clientas.

Desde aquel entonces la mujer les enviaba a cuanto cliente potencial veía.

Soltando un suspiro se dispuso a preguntar al sujeto acerca de los detalles del caso y el por que consideraba que ellas eran aptas para investigar al respecto.

No solía tener mucha fe en los clientes enviados por parte de Nicole, ya que en su mayoría eran fanáticos religiosos, supersticiosos y otros enceres, en general solían ser una completa perdida de tiempo.

Antes de que ella dijese más, el sujeto colocó sobre el escritorio una copia del Daily News diciendo –Como verá, el caso ya se halla en la primera plana y no cuento con mucho tiempo antes de que la prensa me asalte o la policía decida retenerme como sospechoso-

Serika tomo el periódico y leyó la noticia a desgano.

En primera plana y como lo había indicado el hombre decía en grandes letras negras “Aparece otra victima del incendiario”

Bajo ese título se veía la foto de un cuerpo cubierto a medias por la bolsa típica de la morgue policial.

Como pie de foto explicaba “Esta es la cuarta mujer asesinada en un lapso de 5 años y según indican fuentes policiales podrían ser siete en total las victimas…”

Ella estaba al tanto de aquella noticia, puesto que Iris la había seguido de cerca durante los últimos meses.

Al parecer había aparecido un asesino serial al que la prensa había apodado “el incendiario” puesto que atacaba mujeres y tras torturarlas las quemaba vivas.

Dejando a un lado el periódico lo vio con indiferencia – Dígame señor…- por un instante espero que este se presentase.

Este sonrió nerviosamente – Simoriel Larou-

Ella continuo -¿Cuál es su relación con los asesinatos y por que dice que la prensa y la policía lo considerarán un sospechoso?-

-Para que comprenda debería evocar hechos del pasado- tomando un cigarrillo de una cajetilla, que sacó del abrigo, encendió uno y explicó, al tiempo que le extendía un viejo recorte de diario –La historia se nace diez años en el pasado.

Todo se remonta al mes de mayo del año mil novecientos noventa y cinco.

Por aquel entonces yo tenía solo dieciocho años.

Mi hermana Sara y yo nos hallábamos veraneando en Marsella, nuestros padres estaban de viaje por lo que no llegarían hasta aquel lugar sino hasta un mes después.

Como dos adolescentes sin riendas, ni control, ambos nos dedicamos a disfrutar de aquella aventura de verano.

Solíamos salir juntos a todos lados y frecuentábamos diferentes clubes nocturnos hasta el amanecer.

Cuando alguno de los dos caía demasiado ebrio y no podía continuar, el otro desidia el regreso al departamento.

Durante el día lo pasábamos en las playas, yo cortejando muchachas o protegiendo a mi hermana de quienes la cortejaban.

En esos días conocimos a una muchacha Inglesa, su nombre era Marian.

La muchacha se hallaba tomando unas aventureras vacaciones y hasta el momento había estado viviendo en la playa, pues no contaba con dinero como para hospedarse en lugar alguno.

Yo quede encantado con ella y mi hermana se amigo de tal modo con Marian que decidimos invitarla a quedarse con nosotros, en tanto nuestros padres regresaban.

Así fue como se unió a nuestras juergas nocturnas y pasares diurnos.

Su parecido con Sara era tal que hasta podíamos decir que éramos tres hermanos.

Pero tan rápido como su presencia atrajo la alegría, atrajo a la discordia.

Sara siempre había sido una buena hermana, en algunos casos sobre protectora y tal vez un poco celosa, dado que yo lo era del mismo modo con ella y mi constante atención hacia Marian la molestó.

La noche del quince de mayo Marian había salido a comprar algo de comida y cuando regreso debió oír la acalorada discusión que había entre Sara y yo, puesto que para cuando dimos cuenta solo se oyó el sonido de la puerta cerrar y cuando asomamos a la sala principal del departamento solo había una nota. En la que ella se disculpaba por las molestias y para no causar más se marchaba.

Aun lado estaba el paquete con la comida caliente que había comprado en la rosticería y las llaves que le habíamos dado.

Tras ese día yo quede enemistado con Sara y dejamos de salir juntos, puesto que yo me dedique a buscar a Marian por todo Marsella y Sara a modo de protesta se dedico a salir por todos los clubes nocturnos con cuanto muchacho se le insinuaba.

Yo tenía la ilusión de hallar a Marian, puesto que ella había dejado su identificación y pasaporte en un bolso olvidado en el la habitación de Sara, pero jamás la volví a hallar.

La noche del treinta, cuando regrese a al departamento, tras haber recorrido todos los clubes en busca de Sara, me encontré con que el bolso que yo había guardado ya no estaba.

Esa noche esperé despierto hasta casi el medio día, pero ella no regresó.

A media tarde y preocupado salí en su búsqueda, ninguno de los que nos conocían la habían visto, ni ese día ni el anterior.

Pasaron varios días hasta que decidí llamar a mis padres para comunicarles su desaparición, cuando lo hice ellos de inmediato viajaron y dieron parte a la policía local.

Pero no tuvimos noticias de ella sino hasta fines de julio, cuando hallaron su cadáver en el interior de un viejo faro.

El bolso de Sara se hallaba intacto, en el interior habían hallado su identificación y dinero, puesto que nada faltaba en el interior se dedujo de inmediato que el motivo del asesinato no había sido robo.

Su cuerpo había sido quemado casi hasta los huesos, sus ropas y bolso se hallaban en el lugar.

Al parecer el asesino en primera instancia había querido deshacerse del cuerpo quemándolo, más luego decidió abandonarlo con sus pertenecías en el lugar.

Como ve señorita Kurusugawa, mi hermana fue la primera victima de aquel sujeto que en estos momentos se halla buscando la policía-

Ella lo interrumpió – Disculpe señor Larou, pero si usted solo fue victima de este asesino por parte de su hermana ¿Por qué la policía lo cree sospechoso?-

-Déjeme continuar y lo verá.

Dos años mas tarde cuando yo residía en Paris, tuve una fugaz relación con una joven llamada Mirelle y tras dos meses de noviazgo ella desapareció.

Inicialmente me preocupo su desaparición y la denuncie a la policía local. Pero poco tiempo después, al igual que el cuerpo de mi hermana, ella fue encontrada en un faro, prácticamente en las mismas condiciones.

Su cuerpo había sido quemado y sus pertenecías se hallaban a un lado intactas.

Pero en aquel entonces un hombre dijo haber visto a un sujeto rondando el lugar y su descripción coincidió por mucho con la mía.

Por mas de un año fui atosigado por la policía y hasta me halle detenido por dos meses y tras la falta de pruebas debieron liberarme, dado que tenía claras pruebas de lo que había hecho durante aquel tiempo en que Mirelle estuvo desaparecida.

Destrozado por el hecho me mude a Inglaterra y aquí residí hasta este momento- haciendo una pausa el hombre apago el cigarrillo con las manos temblorosas.

Hablar de los hechos lo destrozaba y al parecer estaba muy nervioso.

-Comprendo- asintió Serika y poniéndose de pie sirvió dos tazas de café, luego ofreció una al hombre.

-Según imagino las mujeres de las que se habla en los asesinatos, han de haber estado relacionadas también con usted y es por ello que es un sospechoso nuevamente-

-Desgraciadamente debo decir que si, tres de las últimas cinco, fueron mujeres con las que lleve alguna relación privada- confesó.

-¿Y las otras dos?- preguntó.

-Ellas eran alumnas mías, de hecho no sabía de ellas hasta que la policía me detuvo hace ya una semana.

Como verá yo soy profesor particular de piano y suelo viajar mucho por todo Londres.

Jamás me había detenido a pensar acerca de esas jóvenes sino hasta que lo supe-

Mientras soltaba una bocanada de humo Serika lo vio fijamente y confeso –su caso es muy interesante, pero dados los hechos no necesita de un detective sino de un abogado y uno muy bueno Señor Larou.

No se que es lo que pretende hagamos por usted-

-No es sobre los asesinatos que quiero investigue sino acerca de lo que sucedió hace diez años, se que parece una locura, pero lo que realmente quiero que haga es buscar a una persona.

Necesito saber que fue de ella, ya que es la única de la cual sospecho.

Pues por alguna razón, desde la desaparición de Marian todo esto a dado inicio y este asesino ha estado siguiéndome los pasos.

No me importa cuanto cueste hallarla o al menos tratar de descubrir que fue de ella- extendiendo una carpeta de cubiertas negras el indicó –Aquí tiene algunas de las fotos que tomamos aquel verano y para su facilidad e adjuntado la dirección del apartamento de mis padre y las llaves, así como el nombre y fecha de nacimiento de Marian. También hallara una lista de lugares a los cuales solíamos frecuentar en aquel entonces.-

Soltando un suspiro ojeó la carpeta, al ver la fotos realmente descubrió que el parecido entre las jóvenes era asombroso.

Tras ojear la lista de lugares indicó fríamente –De seguro muchos de estos lugares ya no existen o en su defecto los viejos empleados ya no estarán, por lo que será una perdida de tiempo pero veré que es lo que puedo hacer por usted-

Sin decir más el hombre se puso de pie y salió del lugar.

Dejando de lado la carpetilla negra ella encendió un cigarrillo. Con la vista fija en el humo que serpenteaba por el aire


viernes, mayo 26, 2006

Viernes de plumas y espejos



Juassssss, eso quisiera u,u, los míos son de joggin y zapatillas, bah alpargatas son mas cómodas =P
Estoy posteando antes de irme a la cama, si son las 5 y media de la mañana y ya no doy mas de sueño (dudo levantarme temprano)
^^ hoy me vi el estreno (casero) de la película Misión imposible 3 (un poquito oscura pero sonido de 10) yeah!!!! aguante la mulaaaaaaaaaaa, sip calentita en mi cucha con mi cuchi cuchi a un lado y entre matesito con café y naranja, me vi una peli de lujo.
Pluz las cascaritas no son de esas falsas que vienen con la yerba sino que me hice un intermedio de naranjas de la casa de mi suegra ^^, yummy yummy súper jugosas y dulces.
¿Que cine te ofrece eso? Juas Naranjas fresquitas, una cómoda silla, no como las butacas que a la mitad de la película uno ya no sabe como sentarse ¬.¬ si por que para ese punto ya probaste las 737 formas de acomodar el traste, cuello y brazos, en esa silla que uno se pregunta
¿Tanto costaba ponerle un poquito más de relleno?

Puff ni hablar si tenes a un crío de 5 años que no entiende ni jota de la película, por que claro esta subtitulada y ya agoto todas sus formas posibles de divertirse, desde tirando pochoclo a los vecinos hasta embarrarte el chicle que mastico por 15 minutos en el pelo, buzo y cuello ><. Cuando ya no aguantas más por que te practicaste el Kamasutra (sin sexo, solo con la pura incomodidad de la butaca) y el mocoso te crispo los nervios, comenzas con una bajo murmullo Shh, esperas 5 minutos y lo intentas de nuevo Shhh, miras de reojo a la madre que parece muy compenetrada en la pelicula (por supuesto que te escucho, como media sala, pero se hace la sorda) entonses tu murmullo se convierte en un ¡¡¡¡SSSHHHHHHHH!!!! pero ella te sigue ignorando, ya llegado el límite le gritas ¡Podes hacer que se calle un poco! y la mujer te mira con desconcierto, al tiempo que media sala te grita ahora a vos SHHHHH y todos te miran como si fueses la unica desconciderada que hizo ruido durante la pelicula >,<

Por eso ya lo he dicho, viva el cine en casa, donde no pago por una pelicula que no me gusto, ni necesito esperar a que mi vejiga explote para ir al baño y perdermerme casi el final y puedo comer lo que guste, de hecho una que otra vez manche con algo de comida el teclado, por cenar en la PC viendo una peli ^^ pero lo prefiero mil veces a las salas de cine que su única ventaja esta en los días de verano, pues en pleno invierno siempre hace un frío de muerte y no te dejan fumar T,T.

Bien ya me voy rumbeando para mi camita y como verán hoy no dejo texto para su deleite, sino una canción muy linda de Los Beatles, aunque la version que estoy escuchando es la de Roxette (el duo Sueco, no de zapatos) y creo que me gusta mucho más.

Salu2 a todos y a lo mejor en la tarde (mas bien noche) si me queda un rato posteo algo mio ^^


Help! Lyric

Help, I need somebody,
Help, not just anybody,
Help, you know I need someone, help.

When I was younger, so much younger than today,
I never needed anybody's help in any way.
But now these days are gone, I'm not so self assured,
Now I find I've changed my mind and opened up the doors.

Help me if you can, I'm feeling down
And I do appreciate you being round.
Help me, get my feet back on the ground,
Won't you please, please help me?

And now my life has changed in oh so many ways,
My independence seems to vanish in the haze.
But every now and then I feel so insecure,
I know that I just need you like I've never done before.

Help me if you can, I'm feeling down
And I do appreciate you being round.
Help me, get my feet back on the ground,
Won't you please, please help me.

When I was younger, so much younger than today,
I never needed anybody's help in any way.
But now these days are gone, I'm not so self assured,
Now I find I've changed my mind and opened up the doors.

Help me if you can, I'm feeling down
And I do appreciate you being round.
Help me, get my feet back on the ground,
Won't you please, please help me, help me, help me, oh.

martes, mayo 23, 2006

A la carga (otra vez) =PPPPP



Eeeeelooooooooooo!!!!!!!!!!!!!! me había tomado un mini retiro u,u sip un poco de "vago terapia" xD
Hehehehe mas de lo natural y como ven abandone un poco las mañanas, las tardes, las noches >,> en fin todo.
Pero como me estoy aburriendo del ocio desmedido, además de que comencé a escribir nuevamente. Siiiiiiiii después de un par de meses con las musas voladas (patos también) este viernes pasado como de la nada me surgió una historia, fue un rush, de hecho no pude dormir esa noche pensando en mil cosas, era tanto lo que se me estaba acumulando que me senté a escribir.
Así como de la nada y para cuando di cuenta (el sol me pegaba de lleno en el monitor, la lista de Winamp se repitió al menos unas 10 veces (si 214 canciones de TODO tipo) y una de las nenas me miraba con asombro diciendo -Mama ¿No dormiste?- me escribí unos 5 capítulos O,o
Yay yay yay, no tenía un lapsus como este desde mis 17/18 años (tiempo en el que escribía muuuchisimo)
Después de caer en la cuenta de que eran las 10 de la mañana hice la merienda (me tire un rato) y cuando me levante me decidí a leer lo que había escrito.
Me encontré con 78 paginas de asdfghjkklñ, (xD es chiste) con el comienzo de una nueva novela, necesitaba mucho trabajo aun pues cuando me senté a escribir no pensé en gramática , concordancias etc., sino en volcar todo lo que se estaba apretando en mi pequeño cerebro (y me obstruía la hornalla como dice mi marido >,< ) Cabe aclarar que para el domingo, el primer capitulo dio un giro tremendo y de ser 1 capitulo se transformo en algo así como una intro, me llevo un rato des empolvar viejos documentos que contenían el diccionario Romaní, uff hace rato que no le usaba y tenía mis serias dudas al respecto de algunas traducciones o la forma de escribir algunas palabras . Pero bue en fin quedo todo bien. El domingo a la tarde (mas bien noche) por un pequeño y desafortunado evento debí olvidar la escritura un rato y dedicarme al mundo que me rodea (vease accidente no domestico, causado por culpa de una soldador eléctrico, en mi pobre cuchi cuchi, que le hizo sufrir toda la noche y me dejo Qlo en las manos hasta hoy) no si yo siempre le digo "el trabajo forzado no es para ti" u,u ¿O será que el trabajo directamente no es para él? xDDDDDDDDDDD nuuuu pobresito. Bien sin alargar mas el post dejo la intro (pedasito claro esta) y ahí me dicen ^,^

Richelu 1741

Mientras corría al reparo de la oscuridad por las escaleras de la torre, se repetía una y otra vez que no podía ser cierto lo que había oído.

-Todo es un error- murmuró al llegar al descanso, se detuvo por un instante para retomar el aliento.

-¿Te encuentras bien Lenmar?- preguntó Pacia al verlo tan agitado.

Este asintió en silencio y camino lentamente cruzando el pasillo, sabía que al final se hallaban las respuestas.

Aun no podía creer que Celin lo hubiese traicionado -no es cierto- se dijo por lo bajo y aseguro -ella no sería capas-

Impaciente Pácia se ubicó junto a la ventana de piedra y consultó, al tiempo que tomaba una flecha de su carcaj –Ya estamos en posición ¿Doy la señal?-

-Aguarda un instante, primero debo verla-

El hombre meneo la cabeza en una negación, no podía creer como aun Lenmar dejaba lugar a duda.

Tomando coraje dio dos sonoros golpes a la gruesa puerta de madera.

Una mujer de negros cabellos entre canos asomó a medias, al reconocerlo intentó cerrar la puerta, pero él atravesó su mano evitándolo.

-Déjame pasar, sabes bien quien soy- ordenó.

-¡No puede pasar!- exclamó horrorizada la criada, intentando detenerlo –Su majestad no se encuentra adecuadamente vestida, además esta atendiendo al niño-

Él la ignoró, sin mediar palabras empujó la puerta y de un bofetón la tiró a un lado.

Al cruzar la antesala la vio a través de la fina cortina de gasa blanca.

En cualquier otra situación, aquella podría haber sido la más bella vista que podría tener de esa mujer, envuelta en un blanco y grueso manto y con el pequeño niño en sus brazos se veía angelical.

Ella se hallaba sentada sobre un suntuoso diván de mármol blanco, con la vista fija sobre la criatura de sus labios esbozaba un cálida sonrisa al tiempo que tarareaba una canción de cuna.

-Celin- musitó perplejo al verla.

Al oír la voz, ella sintió el corazón disparársele desbocado, no era posible que él estuviera allí.

Durante los cinco años de encierro, había sufrido episodios como aquel cientos de veces, pero al elevar la vista descubría que solo había sido su imaginación.

Temerosa de que nuevamente fuese un truco de su mente, guardo silenció por un instante, cerró los ojos, dio un gran respiro y elevó el rostro para enfrentarlo, estaba segura de que aquel fantasma desaparecería.

Pero para su sorpresa Lenmar continuaba allí –Lenmar- musitó absorta.

Aunque deseaba correr a recibirlo con un abrazo y decirle cuanto lo amaba, sabía que ya no era posible y aunque intentó decir algo, las palabras no salieron de su boca y un nudo se formo en su garganta, los ojos se le llenaron de lágrimas, avergonzada fijo su vista en el suelo, no era capas de verle a los ojos.

-Dime que no es cierto- pidió en un susurro y avanzó hacia ella extendiendo su mano.

-Me dijeron que habías muerto- confesó con voz temblorosa.

Lenmar se acercó y le acarició suavemente la mejilla.

Ese suave contacto la hizo temblar, despertando todos los sentimientos que había enterrado en el pasado, desviando el rostro se incorporó y apartó para depositar al niño en la cuna junto a su cama.

Apretando el puño con impotencia Lenmar se obligó a preguntar –Respóndeme te lo suplico, dime que estoy equivocado.-

-No hubo nada que pudiese hacer para evitarlo, tú te esfumaste en la noche, jamás me diste una explicación. Quise seguirte pero me fue imposible, te busque por cielo y tierra, pero nadie sabía nada de ti.

La primera y única noticia que tuve al respecto, fue cuando aquel mensajero llegó notificando tu muerte y aun así no quise creerlo.

Esperé tu regreso encerrada en este lugar por más de cinco años…- en ese momento su voz se quebró a causa del llanto.

Lenmar apretó el puño con impotencia –Fue el anciano, él nos engaño, lo tenía todo planeado desde el principio- acusó.

-No hables tan duramente de tu padre- sugirió Celin intentando mantener la compostura –De todos modos ya no hay forma de cambiar lo que sucedió-

-Te equivocas- masculló entre dientes.

Volteando bruscamente buscó su mirada, al verlo fijamente Celin se sorprendió

Él tenía la mirada perdida y en su rostro se reflejaba una extraña expresión, entremezclada de dolor y rabia.

Ella lo conocía mejor que nadie y podía reconocer en su rostro cualquier sentimiento, pero en ese momento sintió el más profundo terror.

Sin decir más él se marchó del lugar, el sonido del cerrojo de la puerta le dio la pauta de que la había encerrado.

Al salir Lenmar ordenó a Pacia -¡Dad la señal! ¡Atacaremos sin piedad!-

El hombre asintió, tomo una flecha y la encendió con una antorcha de las que iluminaban el frío pasillo de piedra, luego la lanzó al cielo a través de la ventana.

Minutos más tarde cientos de hombres, surgidos de la nada atacaron el castillo

Conociendo a la perfección los pasadizos Lenmar fue directo a la recamara de su padre, la ira lo había cegado y ya no había nada que le pudiese detener....

Continuara... XDDDDDDDDDDDDDDDDDD

sábado, mayo 06, 2006

^^ Sabado al fin^^


Son casi las 10am me estoy preparando pues debo ir al negocio un rato, poir la tarde tengo una alumna y finalmente llegara mi merecido descanso.
Me voy a preparar unos mates asi despierto a mi nena la mas grande que hoy me va a acompañar, estoy medio dormida aun U,u, si me acoste tardisimo anoche.
Es que estube escribiendo y cuando me di cuenta eran las 3am, mientras preparo todo estoy escuchando un poco de evanescence, me encanta ese grupo en especial la cancion Lies.
Ah! ayer no postee por que estaba super apurada me lebante tarde y ni tiempo de pasar po la pc me quedo.
La verdad que hoy pensaba subir algun texto pero no se me ocure (a decir verdad no me decido cual subir) Es que en general busco algo que tenga que ver con mi estado animico, pero en este momento solo tengo sueño ><, asi que la vosy a a hacer mas facil pongo lo que le continua al capitulo 2 de la Historia "El torturador de Leyguin" que esta posteada unos mensajes anteriores. Nos vemos mañana ^^ Salu2

Capitulo 2 (Segunda parte)

Leyguin 1113


Kalim rió burlonamente y volteo para marcharse, en ese momento chocó de frente con un discípulo, bruscamente lo empujó haciéndolo caer al suelo -¡Fíjate por donde caminas!- le grito y continuo.

Dimitri se puso de pie sacudiéndose la túnica y vio de reojo a Kalim alejarse, luego dijo a Mitrael, enseñando un manojo de llaves que tenía escondido en su mano –Las conseguí-

-Bien adelántate, no quiero que nos vean ir juntos en esa dirección-

Dimitri asintió y se marcho. Mitrael espero unos minutos y fue tras Dimitri. Este ya lo estaba esperando muy cerca de la entrada a la habitación de Kalim.

Al rápido paso y verificando con la vista que nadie los viese, entraron en la habitación, mientras entraban Mitrael pregunto -¿Dime Dimitri, como sabes tanto acerca de Kalim?-

-Para serle sincero maestro, no soy el único que sabe todo esto.

Él ha formado una orden secreta dentro de la cofradía.

¿Acaso no ha notado que Kalim solo tiene discípulos que él mismo a elegido y ellos lo siguen hasta la muerte?

Una vez cada mes, más precisamente en el primer día sin luna, ellos realizan una ceremonia, esta incluye sacrificios e invocaciones.

Cuando decidí unirme al su grupo fui llevado por medio de Telan, el joven aprendiz que desapareció hace seis meses y en realidad él no escapó.

Sino que al parecer intentó delatarlos ante el concejo de antiguos y hablo con la persona equivocada, por que la mayoría de ellos protegen a Kalim.

Yo he presenciado ya demasiadas ceremonias y las atrocidades que en ellas ocurrían fueron demasiado para mi. Quisiera poder salirme de alguna manera y por ello acudí a usted, se que jamás apoyo los métodos que su hermano utiliza para los interrogatorios y también se que es el único que se le enfrentaría.

Lo de la habitación secreta me lo contó hace un tiempo Liley, una de las sirvientas. Pero me temo que ella puede haber sido victima de su hermano, por que hace ya diez días que no la he vuelto a ver-

Entiendo- asintió Mitrael siguiéndolo a través del cuarto.

Al llegar frente a un enorme tapiz, lo corrió de lado en busca de la puerta, esta fue muy fácil de hallar, al abrirla el hedor que manaba del cuarto fue penetrante.

En el interior la iluminación era tenue, proporcionada solo por cuatro antorchas, el cuarto de gruesa roca era gigantesco.

Una suerte de objetos extraños de diferentes tamaños los cuales se hallaban cuidadosamente ubicados junto a las paredes.

Entre ellos un potro de tortura, una rueda de madera colocada dentro de un gran cubo con agua, una cama de madera con cientos de finos clavos y otros tantos que ni Mitrael ni Dimitri pudieron adivinar que objeto práctico les daría Kalim.

De los muros colgaban cadenas gruesas y herrumbradas. En algunas de ellas aun había esqueletos humanos, que llevaban bastante tiempo allí.

-¡Esto es repugnante!- exclamó Mitrael tapándose la boca y nariz con un pañuelo, para evitar vomitar, cuando de pronto su vista se fijó sobre uno de los muros, allí colgaba sujetada a las cadenas Arael, todo su cuerpo estaba cubierto de heridas y su rojizo cabello le recaía tapándole el rostro.

Rápidamente corrió junto a ella llamándola por su nombre –¡Arael! ¿Te encuentras bien?- débilmente ella entreabrió sus ojos y con la vista desorbitada busco la voz que la llamaba, sin poder distinguir la figura.

-¡Ayúdame Dimitri, debemos sacarla de aquí!- ordenó Mitrael

-¡No maestro, si la movemos, él lo sabrá!- recalcó asustado.

-¿Por qué crees que accedí a venir a este lugar? ¿Para tan solo mirar?

¡Déjate de tonterías y busca en el manojo de llaves, la que abre las esposas!- exclamó con enfado Mitrael.

Dimitri asintió silenciosamente, pero meneo su cabeza con desacuerdo. Ninguna de las llaves abría las esposas, de modo que Mitrael tuvo que buscar algo con lo que golpear las cadenas para abrirlas. Finalmente encontró colgada en uno de los muros una hacha vieja. Con esta, luego de un largo rato de pelea, consiguió romper las cadenas.

Al quedar libre Arael cayó de rodillas, incapaz de sostenerse en pie. Mitrael la sujeto con cuidado y la alzó en brazos cargándola fuera de ese lugar. Ella estaba temblando y su piel se veía muy pálida, así como sus ojos hundidos.

Arael no sabes cuanto lo siento, debí haber actuado antes, pero te juro que aunque sea con mi vida yo conseguiré que esta vez escapes de ese maniático- y la recostó sobre la cama, cubriéndola con una manta.

Con marcado nerviosismo Dimitri advirtió –No podemos quedarnos por mucho tiempo más.

El oficio ya debe estar por terminar y debo devolver las llaves antes de que Kalim se de cuenta que se las quite-

-Ya nos iremos, aguarda tan solo un instante- ordenó Mitrael, mientras buscaba en un arcón algo de ropa para cubrir la desnudez de Arael, luego de vestirla le colocó una larga túnica negra con caperuza y se la elevó cubriéndole el rostro. Junto con Dimitri salieron cargando a la mujer. Al llegar al final del pasillo pudieron oír la campana que marcaba el fin de la ceremonia. Separándose Mitrael indicó a Dimitri –Yo me llevaré a la mujer tu ve a devolver las llaves y pase lo que pase, no digas quien se la llevó ¿De acuerdo?-

-No se preocupe, jamás abriré mi boca, se que sería en vano. Lo único que conseguiría sería una muerte segura, tanto para mí como para usted y la mujer-

Mitrael ya había previsto todos los posibles contratiempos y tenía sus hombres de confianza, listos para partir llevándose lejos a la mujer, el la ocultaría hasta que se hallase en condiciones de decidir que es lo que realmente quería. Eso era todo lo que podía hacer por ella.

Al resguardo de la oscuridad corrió a la parte posterior del castillo y se dirigió a la muralla, allí había una salida oculta. Al otro lado esperaban tres sacerdotes de confianza y cinco soldados.

Entregándole a uno de ellos la mujer pidió –Cuídenla bien, no quiero saber en que dirección partirán o hacia donde la llevarán. Esa es la mejor forma de protegerla. Por nada permitan que Kalim vuelva a colocarle un dedo encima-

-Despreocúpese mi Lord- indicó un soldado –Nosotros nos haremos cargo-

El asintió - ¡Que dios los acompañe!- y se dio media vuelta marchándose, no quería ver en que dirección partían.

Al día siguiente el castillo era un revuelo, Kalim estaba furioso y fue directamente en busca de Mitrael. Golpeo a su puerta hasta el punto de casi derribarla.

Aún no había amanecido y Mitrael estaba dormido, pesadamente se levantó y fue hasta la puerta, al abrirla su hermano entro empujándolo bruscamente -¿Dónde está? ¿Dónde la ocultaste? ¡No me lo niegues, se que fuiste tu!-

Frotándose los ojos Mitrael se hizo el desentendido -¿No entiendo nada, qué es lo que ocurre?-

Tomándolo por el cuello advirtió -¡Dímelo o lo lamentarás!-

De un empujón Mitrael se lo quitó de encima -¿Pero te has vuelto loco? ¿Ahora de que diantre me acusas?-

-¡Sabes que la encontré nuevamente, sea donde sea que la hallas enviado y te juro que cuando lo haga, me las pagarás!- bramó Kalim y se dio media vuelta saliendo del lugar.

Al llegar al vestíbulo indicó a uno de los soldados –¡Quiero que llamen al rastreador y lo envíen tras ella!- entregándole una prenda de Arael al soldado señalo –No olvides entregarle esto y quiero que reúnas al mejor grupo de soldados, antes del anochecer partiremos-

jueves, mayo 04, 2006

¡Que mañana...!

¡Que mañana esta mañana!

Esta mañana me lebante a las 9am, con un humor regular O,o si aunque va para abajo, el dia de ayer fue largo, muyyy largo, mas de lo que esperaba.
No termino muy bien que digamos, pues tenia una de mis niñas (la mas pequeña) enferma, de hecho esta en cama con anginas :'(
La pobresita tiene dolor de garganta y esta con fiebre.
Aunque me alegro de que esta mañana me llamo mi hermano para darme algunas buenas noticias, aunque no son tan buenas hasta que no se hagan realidad u,u, pero como hay que verle el lado positivo a todo, ya veremos que nos deparara el futuro.
No estoy de humor como para escribir algo muy profundo o llamativo, asi que lo hare simple ¬.¬ publicare un viejo cuento que consta de 5 capitulos y aqui les dejo la primera entrada.
Por cierto quiero agradecer el post del Hobbit ^^, ¿Como no hablarìa del tema posteado en tu blog? Si fue interesante.

Capitulo 1

“Qué ridículo y qué extraño es aquel que se asombra de lo que ocurre en la vida…”

Arrastrando mi gastado saco de huesos, caminaba lenta y pesadamente a través del bosque. Apenas podía mantenerme en pie, era por el cansancio.

-¡No! ¿A quien intento engañar? Es por la borrachera- masculle con enfado y tire un golpe al aire.

Girando sobre mis talones caí en redondo al suelo, y allí me quede, desparramado sobre mis espaldas con la vista fija en el cielo.

Justo sobre mi, un pequeño claro se habría entre el follaje de los árboles, dándome una esplendida vista de la luna, quien en su excelencia brillaba señorial.

Este no era uno de mis mejores días, a decir verdad nunca lo eran.

No había vuelto a tener un buen día desde mi niñez y de ello ¿hacían cuanto?

Llevando la mano a las sienes intente forzarme a recordar, hacían ya veinte…no treinta… ¿O cincuenta? Era inútil, mi mente estaba embotada por el alcohol.

Pero había sido tan dulce, tan suave y embriagadora aquella bebida, que no pude detenerme sino hasta acabar la botella.

Cerrando los ojos y elevando la barbilla al cielo me excusé -¿De que me quejo? Si lo merecía-

¡Y por supuesto que lo merecía!

¡Oh si! Tras actuar como fenómeno en la feria, haber vestido aquel ridículo traje verde oscuro y soportando sus estúpidas miradas, por horas esbozando un estúpido gesto alegre y en postura señorial.

Claro que lo merecía, a decir verdad mucho más que aquellas miserables monedas merecía.

Pero no había sido buena idea pelear con Ariel, por una moneda más, ahora que lo pensaba me pregunte con incertidumbre -¿Qué habrá sucedido después de mi huída?-

Tras aquella acalorada discusión, había salido como tromba furiosa de la tienda de aquella vieja bruja y no había volteado sino hasta que se oyó tras de mi el grito de Adora.

Desde mi lugar vi a tres hombres de la feria entrar en la tienda, al acercarme para ver lo que sucedía, con asombro vi el cuerpo de Ariel tumbado en el suelo.

Del medio de su pecho asomaba la empuñadura de una daga, finamente labrada en oro, y todo a su alrededor se comenzaba a formar un charco de sangre.

¡Ja! Que ironía pensé en ese momento. La vieja bruja había sido muerta, incluso por una costosa arma. Codiciosa hasta en la muerte.

Pero la sonrisa se borro de mi rostro cuando Adora me señalo como el perpetrador.

-¡Fue él!- grito la joven gitana -¡Fue él! ¡Yo los oí discutir y dijo que la mataría!-

Desesperado, en ese momento, eche a correr con todas las fuerzas que fui capaz.

Escabulléndome por los oscuros rincones del pueblo, me oculte hasta salir de aquel pandemonio en el que se había convertido.

No bien me halle a salvo, comencé a reír nerviosamente, no había huido con las manos vacías. Como si fuese un verdadero criminal, antes de escapar, había cargado conmigo el primer saco que halle a mano.

Nuevamente irónico, en el habían cuatro botellas del más fino licor, una onza de pan y media horma de queso.

Ni para ladrón servía, aunque al menos allí tenía para saciar mi vacío estomago.

El alimento lo devoré en cuestión de minutos y el licor lo racioné por dos días, eso era un gran esfuerzo ¡Y si que lo era! Con lo que amaba la buena bebida, fue casi una tortura cargar aquel delicioso brebaje sobre mi hombro, sin bebérmelo todo de un trago.

Pero bien, el autocontrol no duró demasiado, esta noche como buen fracaso que soy, perdí el control y me lo bebí. No deje una gota, ni rastro del contenido de las botellas quedó.

Ahora lo lamento, ya que no tengo idea de en que lugar me encuentro; más que el claro indicio de que estoy en un bosque infestado de lobos y molestas aves chirriantes y cantantes.

¡Maldición como quisiera que se callaran de una buena vez y así podría dormir!

Volteando de lado me acomodé, en ese momento oí el crujir de algo bajo mi espalda y recién allí di cuenta de lo que causaba mi incomodidad.

¡El maldito carcaj! Aun lo llevaba colgado a mi espalda, casi a punto de caer asomaban tres flechas, las cuales parecían de fina punta y confección, aunque no eran más que madera adornada. Si quisiera lanzar una, de seguro no atravesaría ni el aire.

-¿Y el arco?- ladeando la cabeza busque en los alrededores. Allí estaba lo había dejado caer a pocos metros. Sus piedrecillas verdes y azules destellaban casi mágicas, cuando de a ratos los plateados rayos de luna las iluminaban.

Hipnotizado por aquel destello, me quede viéndolo por largo rato, no se si fue por un minuto, tal vez pasaron horas, pero no podía dejar de verlo. De pronto los parpados me comenzaron a pesar y el sopor del sueño me abrazó, lentamente sentía como me rendía al cansancio.

La muerte susurre, como deseaba la muerte ¿Será este el momento? Casi al instante supe que no lo sería, pero intente forzarme a creer que si y caí dormido.

Un fuerte alarido me arrancó del sueño.-¡Diablos!- maldije por lo bajo y me acurruque intentando no despertar.

Como si los dioses me castigaran por mi blasfemia un ensordecedor trueno resonó en el bosque y seguido de ello un enorme destello blanco.

Pesadamente me incorpore, frotando con el canto de la mano un ojo. En ese momento un enorme mareo me invadió y el bosque dio un fuerte giro a mí alrededor. La cabeza me parecía estallar y sentía el corazón latirme en el cerebro.

Nuevamente y como castigo, atronó con fuerza el cielo y me obligó a, patéticamente y con un esfuerzo descomunal, ponerme de pie. En se momento lo oí nuevamente, pero esta vez sonó apagado.

Pestañando confuso afine mi oído, lo único bueno que mi cuerpo aun tenía, e intenté buscar el origen.

Más solo oí a tres personas, hombres aparentemente. Meneando la cabeza camine hasta donde yacía el arco y lo tome, era inútil para cazar pero al menos por su belleza algo me darían en el poblado más cercano. Al incorporarme y tras otra vuelta del bosque descubrí que había alguien más, por los gemidos y protestas ahogadas no parecía a gusto con la situación.

No estaban muy lejos de mí, pensé, más luego me dije que no era mi asunto y comencé a caminar.

Mientras caminaba me justifiqué –Además ¿Qué podría hacer? Ellos eran tres y yo solo un borracho desgarbado- pero su victima parecía haberse enlazado a mi oído y sus quejidos no abandonaban mi mente.

Inconscientemente camine hacía donde ellos se encontraban y tras dos o tres minutos los distinguí borrosamente en la lejanía. Lenta y cuidadosamente me acerqué.

Efectivamente, eran tres hombres. En el suelo y entre los tres sujetaban a una mujer, la cual se retorcía como un gato apresado.

Al ver hacia un lado, descubrí que una joven de cabellos castaños se hallaba atada y amordazada al tronco de un árbol.

Ella era quien gemía suplicando ayuda. El cuadro era repugnante, los tres bandidos forcejeaban por sostener y a la vez despojar de sus ropas a la pobre mujer.

-No es mi asunto- volví a repetirme y voltee para tomar otro camino.

El sonido de un bofetón resonó en todo el lugar.

-¡Maldita perra!- exclamó uno de los rufianes -¡La muy zorra me mordió!-

Ese último comentario me hizo girar en redondo, era la gota que rebalsaba el vaso. Fuera de mi, corrí hacía ellos gritando -¡Soltadla!- y empuñe, en una de mis mejores actuaciones el arco, tomando a la vez amenazadoramente una flecha del carcaj.

Dos de los sujetos se pusieron de pie en un salto y me vieron fijamente, mis fachas no eran mejores que las de ellos, pero a decir verdad se veían como harapientos repugnantes.

El más bajo y regordete se adelanto exhibiendo un cuchillo de mano, algo viejo y gastado –¡Tu no te metas, mejor sigue tu camino si no quieres que te rebane…!-

Antes de que dijese media palabra más, mis manos reaccionaron solas. Tensando la flecha al cordel amenace, pero no fue solo una amenaza, los pesos de la flecha se quebraron y estúpidamente se me escapó, saliendo disparada directo a la cabeza del sujeto, clavándose de lleno en un ojo.

El hombre cayó sobre sus espaldas, muerto al instante.

Sus compañeros bramando de ira se abalanzaron sobre mí. Con dificultad gire levemente y me encorve hacia el frente para resistir la primera embestida, inmediatamente que me embistió tome al sujeto por las axilas tirándolo hacia un lado.

Pero mi maravillosa y valiente actuación duro tan solo un instante, ya a causa del alcohol, los reflejos me fallaron y no conseguí esquivar al segundo sujeto, quien con excito clavo su puñal en mi costado.

Tomándome la herida retrocedí tambaleante, ambos ya se hallaban de pie y se me acercaban nuevamente. Precariamente esquive los dos primeros ataques, pero caí de espaldas y uno de ellos se lanzo sobre mi.

Ambos rodamos por el suelo, quedando él sobre mí. El sujeto aferro sus manos con fuerza a mi cuello, cortándome la respiración.

Es el día pensé, casi con alegría, es el día en que la muerte me llegará. Segundos después supe que no sería así, mi cuerpo lucho por un segundo más y mi mano al tanteo descubrió una roca de tamaño considerable. Aferrándola con fuerza entre mis dedos, la levante y golpee la cabeza de mi atacante.

Este cayó de lado con la cabeza rota y un chorro de sangre brotó acompañando su caída.

Para ese instante me puse nuevamente en pie, furioso. Ya que hoy no era mi día, lo sería para esos bastardos.

Busque con la mirada al último de los bandidos, ya no estaba, había escapado. Al dar la vuelta para comprobar como se hallaban las mujeres lo halle.

El me estaba por atacar a traición, pero mis manos sujetaron la hoja de su cuchillo, bañando su filo con mi sangre.

-¡Hoy no es el día!- le grite como un sin razón y le arrebaté el cuchillo de un tirón.

El sujetó retrocedió con cara de espanto, tartamudeando algo incoherente.

-…e…e…e…eres…eres…¡Tu no…tu no existes!- gritó y se echó a correr despavorido.

Un sordo sonido cortó el viento y algo fugaz rozo mi oído antes de clavarse de lleno en la espalda del prófugo. Era una flecha.

Al voltear, la mujer que habían intentado violar, se hallaba de pie unos metros detrás y aun apuntaba con el arco en mi dirección.

El hombro derecho de su vestido colgaba destrozado y de su labio caía un leve rastro de sangre. Tenía su rubio cabello enmarañado y el pómulo amoratado. Pero sus grises ojos exhibían una gélida mirada, aunque un sendero de lágrimas caía a la vez de ellos.

Lentamente caminé hacia ella, con la mano extendida, pidiendo el arco.

-¡No te acerques!- exigió con firmeza y del carcaj que había colgado de su hombro izquierdo, tomo una flecha que tenso con habilidad en el cordel.

Al ver la flecha comprobé que no eran mis falsas flechas, sino fuertes y verdaderas con punta de acero.

Levantando ambas manos deje caer el cuchillo –No temas, no les haré daño- pero al hacerlo el dolor me doblo, en el calor de la batalla había olvidado que me habían herido con profundidad en el costado.

Mi brusco gesto debió asustarla, por que ella disparo su flecha clavándola de lleno en mi brazo y de no haberme en ese instante doblado, protegiendo el pecho, lo hubiera hecho en mi corazón.

Soltando un ahogado gemido caí de rodillas al suelo, con la vista fija en la mujer protesté -¡Con un demonio, esto es lo que me merezco por ayudar!- y tras soltar un gemido, arranque de cuajo la flecha de mi brazo y la tiré a un lado.

No sabiendo si era a causa de la perdida de sangre o tal vez la borrachera, que aun persistía, mi vista se nublo y tras el sonido de otro tueno caí rendido.